El acto se realizó durante la celebración del Día Internacional de Solidaridad por la libertad del independentista Oscar López / La legisladora afirmó que es esencial fortalecer los lazos de unión en América Latina
Caracas, 29 de mayo de 2014.- Durante la celebración del Día Internacional de Solidaridad por la libertad del independentista boricua Oscar López, la Senadora por el Partido Independentista Puertorriqueño, María de Lourdes Santiago Negrón, ofreció una ofrenda floral ante el busto de Filiberto Ojeda Ríos, en el paseo de los héroes ubicado en la avenida Bolívar de Caracas.
“Para nosotros es esencial fortalecer los lazos que nos unen con toda América Latina y ésta ha sido una gran oportunidad para ello”, expresó Lourdes.
Destacó que la independencia de Puerto Rico, es el punto inconcluso de la agenda de liberación de Simón Bolívar, resaltando la importancia de fortalecer los lazos entre los países de Latinoamérica, para exigir al Gobierno de los EEUU la inmediata excarcelación de Oscar López Rivera, y además promover un proceso que permita iniciar la ruta hacia la descolonización e independencia de Puerto Rico.
La Senadora boricua dijo que “el apoyo de Venezuela a Puerto Rico data de muchísimo tiempo y naturalmente en años recientes se ha fortalecido igual que con el resto de América Latina
VTV con información de Mppre
¿Quién es Óscar López?
Tal y como se recoge en la página en internet Libertad para Óscar, López Rivera nació el 5 de enero de 1943, en el pueblo de San Sebastián, Puerto Rico. Se mudó a Chicago cuando tenía 14 años de edad. Peleó en Vietnam y fue condecorado con una Estrella de Bronce. De vuelta a Chicago, se sensibilizó al problema del discrimen racial y se unió a la lucha para mejorar la calidad de vida en las comunidades, participando en la organización y fundación de instituciones educativas y culturales. Fue un organizador comunal destacado y como parte de sus intentos para mejorar las condiciones de vida de su comunidad, participó en actos de desobediencia civil y de militancia pacífica.
En
1976, comprometido con la causa de la independencia de Puerto Rico, ingresó al
clandestinaje. En 1981 fue arrestado y acusado de conspiración sediciosa y de
pertenecer a las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) y sentenciado a 55 años. Luego de fabricarle
en prisión un caso de fuga, la pena impuesta se convirtió en una
desproporcionada sentencia de 70 años, 12 de los cuales los pasó en aislamiento
total. Varios de esos años los pasó encarcelado en Marion,
que es considerada por Amnistía Internacional,
una de las peores cárceles del mundo.
En
aquel proceso político –nada judicial- Óscar López no se defendió ya que se
declaró, junto al resto de detenidos, prisionero de guerra,
invocando la cláusula reconocida por la ONU que “todo participante en los movimientos
de resistencia, luchando por la independencia y la autodeterminación si es
arrestado, tiene que recibir el tratamiento estipulado en la Convención de
Ginebra”. Estados Unidos, jamás lo reconoció.
Óscar López Rivera, desde su encierro, hizo público un mensaje de
dignidad y resistencia con motivo de su cumpleaños en el que daba gracias a la
vida por haberle enseñado “que ella es lucha toda, que si pretendo vivir tengo
que luchar y luchar si pretendo vivir”. “La celebro [la vida] y le doy gracias
por haberme expuesto a experimentar en carne y hueso los prejuicios, la
discriminación y el racismo por ser boricua, por mi piel oscura, por mi tamaño,
por no saber hablar inglés y hasta por hablar español ‘chapiao’ para que
aprendiera una grata lección – que la única raza es la humana y que todos los
humanos somos falibles e imperfectos”.
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